La cerradura que instalemos en nuestra puerta, debe ser ante todo, un seguro para nosotros. Ten en cuenta, que el contacto con la calle y cualquier peligrosidad que venga de ella está al otro de tu puerta.
Como hablamos en nuestro post de la semana pasada acerca de las puertas, la cerradura es clave para nuestra seguridad en casa.
Las cerraduras a lo largo de la historia, han ido cambiando y mejorándose para que fuese más dificil abrirla sin llave. Existen cerraduras de diversas complejidades, como puede ser:
- Cerradura de llave de pezón. Son las cerraduras más clasicas y antiguas con llaves grandes, muy fácil de abrir.
- Cerradura tubular, comúnmente es la aquella que tiene la llave en el mismo pomo.
- Cerradura cilíndrica, que se utiliza para la entrada de la casa, una de las más instaladas.
- Cerradura de golpe, que se cierra al empujar la puerta.
- Cerradura digital, que es la más segura, pero a su vez la más cara. Se acciona mediante una tarjeta con banda magnética, con código o con huella digital.
Al accionar la cerradura, lo mejor sería que se activase en diferentes puntos de la puerta.
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