
Los detectores de humo son un elemento clave para la prevención de incendios de nuestra casa, como todos sabemos pero, para que su efectividad sea máxima debemos de tener en cuenta donde debemos ponerlos.
Para empezar, hay que saber que existen diferentes tipos de detectores, ya sea óptico o iónico.
- El detector mediante ionización detecta partículas muy pequeñas que inciden en la luz.
- El detector óptico/fotoeléctrico se activa por células fotoeléctricas que identifican que la luz se oscurece por el humo y se activa una señal de alarma o también por la dispersión del aire en una zona puntual.
Además existen detectores más avanzados también son capaces de reconocer otros gases que puedan causar peligro para nosotros.
Como decíamos antes, debemos colocarlos en lugares estratégicos para que consigamos actuar más rápidamente. Si tenemos escaleras en casa, debemos colocar un detector cerca de ellas, ya sea para subir de piso, sótano o terraza. Además debemos colocar cada uno en las zonas comunes de la casa y en las habitaciones, pero teniendo cuidado de no instalarlo cerca de estufas o lugares que produzca humo asiduamente, ya que pueden dar falsas alarmas.
Deja un comentario